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En el fútbol, el deporte más popular y que concentra la mayor parte de la atención de los fanáticos, el foco estará en las dos selecciones de mayores, la masculina y la femenina. La primera comenzaría en junio la disputa de la eliminatoria del Mundial de Norteamérica 2026, teniendo aún el lastre de la eliminación del Mundial de Catar, que terminó hace dos semanas con el título de la Argentina de Lionel Messi.

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Antes de eso disputará un último partido amistoso de preparación, a final de enero, contra Estados Unidos. Será el cuarto juego previo al torneo clasificatorio bajo las órdenes del argentino Néstor Lorenzo, nombrado seleccionador nacional el pasado 14 de junio, en reemplazo de Reinaldo Rueda, el entrenador que entregó el cargo con la Selección afuera del Mundial.

Lorenzo, quien fue el primer asistente de José Pékerman en su exitoso paso en la Selección, en los mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018, tiene como primordial e inmediata tarea formar un equipo, un grupo unido, entregado y solidario, un puño cerrado –el ejemplo fresco de Argentina campeona del mundo es inevitable–, antes que plantearse asuntos tácticos, estratégicos o el ‘relevo generacional’ de jugadores, tan mencionado en medio del dolor de la pasada eliminación.

Por eso, Lorenzo ha empezado a construir sobre lo construido. Y la base de sus convocatorias para los partidos amistosos que les ganó este año a Guatemala (4-1), México (3-2) y Paraguay (2-0) fue la misma de las eliminatorias a Brasil 2014, Rusia 2018 y Catar 2022: David Ospina, Dávinson Sánchez, Juan Guillermo Cuadrado, Wílmar Barrios, James Rodríguez, Falcao García. Sin embargo, han brillado Luis Sinisterra, Jorge Carrascal, Yáser Asprilla... los ‘nuevos.

El Mundial, el gran reto del fútbol femenino en 2023

El fútbol tendrá, además, otro polo de atención gigante con la participación de la Selección femenina de mayores en el Mundial de Nueva Zelanda, que se disputará entre el 20 de julio y el 20 de agosto próximos.

El equipo, subcampeón anfitrión de la pasada Copa América, disputará el grupo H contra República de Corea, Alemania y Marruecos. Un grupo muy bravo. Colombia, una de las tres potencias del fútbol suramericano, tiene como primera meta clasificar a octavos de final y si avanza a la ronda de cuartos logrará la mejor participación de la historia.

Colombia, un fútbol femenino en evolución, ha participado en dos Mundiales (de los 8 que se han disputado) con una eliminación en primera fase y una clasificación a octavos de final con una victoria, dos empates y cuatro derrotas, con cuatro goles marcados y nueve recibidos

El camino a los olimpicos tiene dos escalas en 2023

Por su parte, el equipo olímpico de Colombia enfrentará dos torneos internacionales de remate del ciclo olímpico, previos a los Juegos de París 2024. Primero, los Centroamericanos y del Caribe en El Salvador (23 de junio a 8 de julio) y, después, en los Panamericanos de Santiago de Chile (20 de octubre a 5 de noviembre).

La clave de estas competiciones está en que el grueso de los 30 deportistas que el Comité Olímpico Colombiano (COC) tiene proyectados para ganar en París 10 oros olímpicos (superando las mejores) estará en las dos competiciones. En los Centroamericanos, el objetivo es terminar en el segundo puesto. En los Panamericanos, estar en el top 5.

En los Centroamericanos la pelea es contra México y Cuba. Quizás nuestra pelea sea superar a Cuba, como ya lo hicimos en los Juegos anteriores, y escalar ese peldaño. México, Cuba y Colombia son los más fuertes, pero veo más viable la lucha contra Cuba”, analizó Ciro Solano, el presidente del COC, quien agregó: “En los Panamericanos, Estados Unidos y Canadá van con toda la artillería. Ahí, nada qué hacer. Luego va Brasil, y después estaremos en la pelea contra México y Cuba para estar entre los 5 primeros con un botín de unas 30 medallas de oro, para superar los ganados en los pasados Juegos de Lima.